El parámetro tradicional de las relaciones internacionales ha cambiado desde diversas perspectivas, dando lugar a fenómenos mucho más amplios y de interpretación general que rompen con la concepción clásica que impera desde 1648, cuando se asume que sobre el Estado no hay absolutamente ningún otro cuerpo, y que todos los fenómenos que traten de explicar el funcionamiento del mundo deben hacerlo desde la perspectiva de la supremacía estatal y del estudio del fenómeno político. Ese enfoque, válido o no, aun cuando ha imperado desde hace siglos, ha sido superado en las últimas décadas, pues su dogmática aseveración que sobre el Estado no hay nada, impide entender la irrupción de una realidad como la de la Unión Europea en la que temas como la representación colectiva tienen enorme significado y poder vinculante –basta ver como ejemplo el funcionamiento del Parlamento Europeo–, la puesta en práctica de una política migratoria común y una estructura financiera compartida, misma que inclusive llega a tener una moneda común. Es decir, las bases que establecen que el mundo gira en torno a la figura del Estado pueden ser limitadas en este sentido. En este contexto se explica la importancia de Internacionalización de la Educación Superior, número 21 de la colección 25.° Aniversario de la revista ESS, presentada por UNESCO-IESALC, pues el ámbito de la educación superior es donde de mejor manera puede apreciarse la vinculación conceptual entre lo particular y lo general, que inexorablemente deja en el debate una certeza que debe asumirse como punta de lanza formativa: la de una realidad que pese a las fronteras pueda debatirse. Europa ha sido pionera con su integración educativa y en América Latina empieza a asomarse la discusión.