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REVISTA EDUCACIÓN SUPERIOR Y SOCIEDAD 2025, Vol.37 Nro. 1 (en. - jun.), 60-76 https://doi.org/10.54674/ess.v37i1.1039 e-ISSN:26107759 |
Parentalidades y cuidados de primeras infancias en universidades mexicanas
Parentalities and Early Childhood Care in Mexican Universities
Alma Vanessa Arvizu Reynaga *
* Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco, Ciudad de México, México.
RESUMEN
A pesar de que las instituciones de educación superior (IES) han sido actoras clave en los debates académicos sobre maternidad y paternidad en México, prestan escasa atención a lo que ocurre dentro de sus propias comunidades. Las condiciones en que se ejerce la maternidad o paternidad, especialmente cuando se cuida a primeras infancias, suelen ser invisibilizadas, y las desigualdades que las atraviesan, poco reconocidas. Este artículo busca visibilizar las maternidades y paternidades en las IES mexicanas desde una perspectiva de desigualdades, con énfasis en la conciliación entre las responsabilidades académicas y de cuidado. Para ello, se recurre a datos estadísticos nacionales y al diseño de un cuestionario propio que fue aplicado a distintos perfiles universitarios: estudiantes de licenciatura y posgrado, personal académico y de investigación. Los resultados muestran que las IES desconocen quiénes son y qué necesitan las personas que maternan o paternan en sus comunidades. Las experiencias parentales no son homogéneas y reflejan marcadas desigualdades, especialmente para las mujeres, quienes enfrentan mayores barreras para ejercer su maternidad y avanzar en su trayectoria académica. Aunque algunas IES cuentan con algunas medidas de apoyo, estas son limitadas en cobertura y perspectiva, lo que limita su efectividad. Se concluye que, con una reorientación más inclusiva y sensible a las desigualdades de género y de perfiles de la comunidad, las IES podrían convertirse en espacios más favorables para quienes maternan o paternan primeras infancias sin que ello involucre sacrificar los estudios, la carrera académica o de investigación.
PALABRAS CLAVE: Instituciones de educación superior; madres; padres; cuidado infantil; primera infancia
Parentalities and Early Childhood Care in Mexican Universities
ABSTRACT
Although higher education institutions (HEIs) have been key players in academic debates on motherhood and fatherhood in Mexico, they pay little attention to what happens within their communities. The conditions under which motherhood and fatherhood are practiced, especially when it comes to early childhood care, are often made invisible, and the inequalities that underlie them are underrecognized. This article looks to make motherhood and fatherhood visible in Mexican HEIs from an inequality perspective, with an emphasis on the balance between academic and caregiving responsibilities. To this end, we draw on national statistical data and the design of a proprietary questionnaire that was administered to various university profiles: undergraduate and graduate students, academic and research staff. The results show that HEIs are unaware of who the mothers and fathers are in their communities and what they need. Parenting experiences are not homogeneous and reflect marked inequalities, especially for women, who face greater barriers to exercising motherhood and advancing their academic careers. Although some HEIs have support measures, these are limited in scope, which limits their effectiveness. It is concluded that, with a more inclusive reorientation that is sensitive to gender inequalities and community profiles, HEIs could become more favorable spaces for those who care for or work with early childhood without sacrificing their studies, academic careers, or research.
KEYWORDS: Higher education institutions; mothers; fathers; childcare; early childhood.
Parentalidades e cuidados da primeira infância nas universidades mexicanas
RESUMO
Embora as instituições de ensino superior (IES) tenham sido intervenientes fundamentais nos debates acadêmicos sobre a maternidade e paternidade no México, prestam pouca atenção ao que acontece dentro das suas próprias comunidades. As condições em que a maternidade ou a paternidade são exercidas, sobretudo quando envolvem cuidados na primeira infância, são frequentemente invisibilizadas, e as desigualdades que as fundamentam são pouco reconhecidas. Este artigo procura lançar luz sobre a maternidade e paternidade nas IES mexicanas numa perspectiva de desigualdade, com ênfase no equilíbrio entre as responsabilidades acadêmicas e de cuidados. Para tal, foram utilizados dados estatísticos nacionais e um questionário proprietário, aplicado a vários perfis universitários: estudantes de licenciatura e de pós-graduação, docentes e investigadores. Os resultados mostram que as IES desconhecem quem são as mães e os pais nas suas comunidades e o que necessitam. As experiências parentais não são homogêneas e refletem desigualdades acentuadas, sobretudo para as mulheres, que enfrentam maiores barreiras para exercer a maternidade e progredir na carreira acadêmica. Embora algumas IES disponham de algumas medidas de apoio, estas são limitadas no seu âmbito e abrangência, o que limita a sua eficácia. Conclui-se que, com uma reorientação mais inclusiva e sensível às desigualdades de gênero e aos perfis comunitários, as IES podem tornar-se espaços mais favoráveis para quem cuida da primeira infância sem abdicar dos estudos, da carreira acadêmica ou da investigação.
PALAVRAS-CHAVE: Instituições de ensino superior; mães; pais; cuidados infantis; primeira infância
Parentalités et soins de la petite enfance dans les universités mexicaines
RÉSUMÉ
Bien que les établissements d'enseignement supérieur (EES) aient joué un rôle clé dans les débats académiques sur la maternité et la paternité au Mexique, ils accordent peu d'attention à ce qui se passe au sein de leurs propres communautés. Les conditions dans lesquelles s'exercent la maternité ou la paternité, en particulier lorsqu'il s'agit de s'occuper de jeunes enfants, sont souvent invisibles, et les inégalités qui les traversent sont peu reconnues. Cet article vise à mettre en lumière la maternité et la paternité dans les IES mexicaines sous l'angle des inégalités, en mettant l'accent sur la conciliation entre les responsabilités académiques et les responsabilités parentales. Pour ce faire, il s'appuie sur des données statistiques nationales et sur un questionnaire spécialement conçu à cet effet qui a été soumis à différents profils universitaires. Les résultats montrent que les établissements d'enseignement supérieur ignorent qui sont les personnes qui élèvent des enfants dans leurs communautés et quels sont leurs besoins. Bien que certains établissements d'enseignement supérieur aient mis en place des mesures de soutien, celles-ci sont limitées en termes de couverture et de perspective, ce qui limite leur efficacité. En conclusion, grâce à une réorientation plus inclusive et plus sensible aux inégalités de genre et aux profils de la communauté, les IES pourraient devenir des espaces plus favorables pour les personnes qui élèvent des enfants en bas âge sans pour autant sacrifier leurs études, leur carrière universitaire ou leurs recherches.
MOTS CLÉS : Établissements d’enseignement supérieur ; mères ; parents ; garde d’enfants ; petite enfance
1. INTRODUCCIÓN
La maternidad y la paternidad son eventos vitales que han sido moldeados por transformaciones sociales, culturales, económicas e históricas. Desde las instituciones de educación superior (IES), en diversas disciplinas, se ha contribuido a su estudio y debate, pero pocas veces examinan cómo estas experiencias se viven y se concilian dentro de sus propias comunidades.
Esta falta de mirada interna ha llevado a la invisibilización y, en algunos casos, a la negación de que la maternidad o la paternidad sean compatibles con las responsabilidades académicas; lo cual se puede notar en los escasos o nulos datos que tienen las IES sobre las madres y padres de su comunidad universitaria. Por consiguiente, hay un desconocimiento sobre cómo estudiantes, el personal administrativo o académico, y las autoridades que conviven diariamente en los espacios de encuentro de las IES, ejercen su maternidad o paternidad y enfrentan los retos particulares que ello implica.
A este desconocimiento se suma que las experiencias vertidas por madres y padres, algunas de las cuales se presentarán en la discusión de este artículo, se diversifican según su rol en las IES. Así, se puede apreciar que las actividades ligadas a la maternidad y la paternidad tales como la crianza, el cuidado o la manutención, se llevan a cabo en desventaja o desigualdad determinadas por características personales, de género, de origen social o económicas, pero otras veces reproducidas o acentuadas por las propias condiciones institucionales, que suelen ceñirse a perfiles limitados de la comunidad universitaria. Esto resulta en acciones restrictivas y poco solidarias con quienes desean o deciden ser madres o padres durante su estancia de estudio o laboral en la universidad.
Especialmente en el caso de las mujeres, estas desventajas se acentúan por la asignación histórica ligada a su género que asocia la maternidad con una actividad “natural” y “evidente” (Ávila, 2017). A esto se suman las expectativas patriarcales que pesan sobre ellas cuando logran incursionar en la educación superior o cuando asumen cargos dentro de las universidades. En estos casos, se cuestiona su decisión de ser madres y se les confronta con estereotipos que las someten a tensiones entre sus decisiones de vida dentro y fuera del ámbito profesional (Lagarde, 2005). Todo ello ocurre a pesar de que el avance de la participación de las mujeres en la educación superior ha reflejado una mayor presencia en el estudiantado, en la vida académica y en los puestos de toma de decisiones, lo cual no ha significado la erradicación de medidas patriarcales aún persistentes en las IES, ni ha garantizado condiciones equitativas para ejercer la maternidad.
Otro factor de desigualdad está anclado en las distintas comunidades que interactúan en el espacio universitario, donde las y los estudiantes suelen ser los menos atendidos con acciones para facilitar su maternidad y paternidad, en contraste con el personal académico o administrativo que, por estar amparado por su estatus laboral, suele contar con prestaciones o medidas de apoyo como estancias infantiles, licencias, horas de lactancia, entre otros.
Finalmente, otra cuestión que también diversifica las maternidades y paternidades está relacionada con las edades de las y los hijos, especialmente cuando estos son de la primera infancia (menores de los seis años), las demandas de recursos económicos, de tiempo, de desgaste físico y mental, suelen ser más intensas. Como menciona Rich, en esta etapa de la vida de las infancias “los hijos crecen, y la curva no asciende suave, sino escarpadamente. Sus necesidades son tan inconstantes como el tiempo” (2019, p. 82).
En este contexto, este artículo tiene por objetivo aportar al conocimiento de las maternidades y paternidades de primeras infancias en las universidades e IES mexicanas desde una perspectiva de desigualdades, aproximándose a las experiencias que tienen en la combinación de responsabilidades de crianza, cuidado y manutención con las académicas. En un propósito tangencial, se consideran las iniciativas, acciones y servicios que las comunidades universitarias tienen a su alcance, así como la reproducción de sistemas de desventaja social, educativa y laboral que se ejecutan dentro de las IES.
Para abordar dichos objetivos, el documento se organiza de la siguiente manera. Se añade un subapartado en el que se esclarecen los conceptos de maternidad y paternidad; estos conceptos han primado el desarrollo del trabajo y se atienden desde una mirada sociológica en la que se cruzan dos perspectivas: la de desigualdades y, relacionada con esta, la perspectiva de género. Posteriormente, se detalla la conducción metodológica del estudio. Después, a partir de la metodología se exponen los resultados más significativos. Finalmente, se hace una discusión en la que se presentan algunas propuestas en torno a mejorar el conocimiento de las experiencias de las maternidades y paternidades de primeras infancias en universidades e IES.
1.1. Un acercamiento a los conceptos base sobre maternidades y paternidades en contextos universitarios
El estereotipo “ideal” para ser madre o padre ha variado según los contextos históricos. Se ha transitado de un modelo centrado en la obediencia y el poder jerárquico de los padres varones (Elías, 1998) hacia uno enfocado en la formación, producción y reproducción de herramientas sociales y culturales que faciliten la incorporación social de las y los hijos (Salguero, 2007; Nomaguchi y Milkie, 2020). Estas transformaciones están vinculadas a los cambios socioculturales de las distintas épocas, lo cual ha impactado en las dinámicas familiares y demográficas, disminuyendo las tasas de fecundidad y con apertura hacia modelos familiares distintos a los heteros parentales (Coubés et al., 2004).
En específico sobre la paternidad, esta ha sido una práctica social centrada en el rol de proveedor masculino y muy vinculada al dominio social de los hombres (Salguero, 2007). Con el surgimiento del matrimonio como institución, especialmente durante la expansión del cristianismo en la Edad Media, se configuró un modelo patriarcal en el que el padre era protector y proveedor de los descendientes reconocidos; los hijos nacidos fuera de la unión conyugal sufrían estigmatización y abandono (Salguero y Pérez, 2011).
En la actualidad, las transformaciones en las relaciones de género han redefinido la concepción social de la paternidad; por ejemplo, el incremento de la participación femenina en el trabajo y la educación ha propiciado que algunos hombres comiencen a involucrarse más en las labores de cuidado y crianza (Montesinos, 2002, citado en Mora, 2005; Nomaguchi y Milkie, 2020). Sin embargo, los varones continúan siendo poco visibilizados en los registros y estudios sobre reproducción, lo que refleja un imaginario que los coloca como actores secundarios en este proceso (Figueroa, 2017).
Por su parte, la maternidad también ha estado sujeta a múltiples resignificaciones. Con los aportes de las teorías feministas y los estudios de género, hoy se impulsa la “desnaturalización” de la maternidad como un destino único de las mujeres, de hecho, se reconoce que no todas desean ser madres y nuevas investigaciones proponen comprender la maternidad, no como un rol social fijo, sino como una relación humana compleja y situada (Donath, 2017).
No obstante, el ejercicio de la maternidad sigue condicionado por factores como la edad, el género, los recursos económicos y las expectativas culturales sobre “el buen momento” y “las buenas prácticas” para ser madre (Sánchez-Bringas et al., 2016). Se reiteran creencias que otorgan valor social a la maternidad como forma de realización femenina, reforzando la idea de que las y los hijos completan la vida de las mujeres o les otorgan bienestar emocional (Salguero y Pérez, 2011; Donath, 2017; Lamas, 2017; Cabello-Hutt, 2020).
En este camino, las universidades han sido precursoras en los debates teóricos y ejercicios prácticos para ampliar la concepción de los eventos vitales maternos y paternos, las decisiones reproductivas o la interrupción voluntaria del embarazo. No obstante, cuando se analiza lo que han hecho las IES en sus propios espacios de interacción, se encuentra que a menudo reproducen interpretaciones y asignaciones tradicionales de género.
Por tal motivo, es urgente contribuir al análisis de las maternidades y paternidades universitarias, ya que las decisiones vinculadas al cuidado no solo transforman los tiempos y cuerpos de quienes cuidan (Donath, 2017; Cabello-Hutt, 2020), sino que también revelan la necesidad de redes de apoyo y de políticas institucionales integrales para garantizar el bienestar de las infancias y una distribución más justa de las tareas de cuidado.
Por tanto, se propone visibilizar estas realidades y aportar al conocimiento sobre cómo las maternidades y paternidades se ejercen dentro de estos espacios. En particular, el artículo se centrará en quienes cuidan infancias en la primera etapa del desarrollo, proponiendo una reflexión sobre las condiciones, experiencias y brechas que enfrentan, así como sobre las acciones institucionales que podrían minorizar sus desigualdades.
2. MÉTODOS Y MATERIALES
Este artículo deriva de la elaboración de una Radiografía de las maternidades y paternidades en las Instituciones de Educación Superior: Primera infancia, que se desarrolló por iniciativa y financiamiento de un organismo internacional. La decisión de limitar el estudio a personas progenitoras de primeras infancias (del nacimiento a los cinco años y once meses) se debe a la demanda de atención y tiempo que requieren las labores de crianza y cuidado, lo cual harán conllevar a ciertas estrategias que, a nivel personal, social o institucional, se requiere para conjuntar las actividades de academia y estudio junto con las de velar por el bienestar de las y los infantes. Por otro lado, también responde a las propuestas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la que se reconoce, de manera transversal, la importancia del cuidado en la infancia como un elemento fundamental para el bienestar social y a las necesidades de que las instituciones se involucren en los sistemas de protección social.
El tipo de estudio fue exploratorio-descriptivo y se empleó metodología mixta. Se utilizaron bases de datos y registros de encuestas nacionales: la Base Dinámica de Nacimientos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); los Anuarios Estadísticos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES); y algunos registros de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI, antes CONAHCYT).
Para el procesamiento de estas fuentes se utilizaron distintas técnicas según las características de formato de los datos. En el caso de los producidos por el INEGI, fueron analizados mediante el software SPSS, seleccionando variables clave relacionadas con educación, trabajo y situación familiar. Por su parte, con los registros de la ANUIES y de la SECIHTI, la información fue tabulada y representada gráficamente utilizando Excel.
Adicionalmente, se diseñó y aplicó un instrumento ex profeso para el estudio que consistió en un cuestionario de preguntas cerradas y abiertas. Este instrumento fue piloteado con estudiantes y personal académico que fueron madres de primeras infancias durante su formación o trabajo en universidades, quienes hicieron una evaluación de las preguntas y se reorientó el instrumento a partir de sus comentarios.
Posteriormente, el cuestionario se implementó en un periodo de dos semanas en el año 2023 a través de formularios en Office 365 integrados y difundidos en redes sociales, grupos de estudiantes, comunidades académicas y por medio de la plataforma de la organización internacional que financió el proyecto. Se obtuvieron alrededor de 120 respuestas; sin embargo, se depuraron aquellas duplicadas, que no respondieron hasta el final del cuestionario, y otras personas que no correspondían a la muestra. Como resultado, se recolectaron 96 respuestas.
El tratamiento de la información recabada se realizó por dos vías. Para las preguntas cerradas se construyó una matriz en Excel para el análisis y los gráficos. Por su parte, con las preguntas abiertas que tuvieron el objetivo de obtener percepciones y experiencias de las maternidades y paternidades, se empleó el software de análisis cualitativo Maxqda, con el cual se conformaron familias de códigos para elaborar una interpretación cualitativa a partir de herramientas visuales como las tablas dinámicas y las nubes de palabras. Esta herramienta también contribuyó a mitigar posibles sesgos en la interpretación de las respuestas. Los hallazgos más relevantes se discuten en el siguiente apartado.
2.1 Limitaciones metodológicas
Es preciso apuntar que, al ser un estudio exploratorio, no estuvo exento de algunas limitantes para su desarrollo. En primer lugar, el tamaño muestral se vio afectado tanto por los medios disponibles para la difusión del cuestionario como por el acotado periodo de recolección de datos (dos semanas). En segundo término, la recepción de respuestas exclusivamente por medios virtuales pudo haber excluido a personas sin acceso a internet o sin el equipo necesario para participar. Finalmente, cabe mencionar que el análisis cualitativo fue realizado exclusivamente por la investigadora; en caso de replicar este estudio, se sugiere contar con al menos dos analistas con el objeto de identificar coincidencias y divergencias en la interpretación de los datos.
3. RESULTADOS
Según la base de nacimientos registrados en 2021 del INEGI, la maternidad ocurre a edades más tempranas en las mujeres que la paternidad en los varones. La mayor concentración de nacimientos en mujeres se da entre los 25 y 29 años, mientras que en los hombres entre los 30 y 34 años. Esto se puede deber a la condición biológica para la reproducción, pero también, como menciona Ávila (2017), a la fuerte presión social que tienen las mujeres para convertirse en madres, a la constante opinión sobre sus cuerpos y decisiones de vida. En este sentido, Lamas (2017) afirma que la maternidad es un evento vital de suma envergadura que lleva a las mujeres a dar un vuelco a otros proyectos de vida, sobre todo profesionales.
En el caso de los varones, no están socialmente asociados con la reproducción, lo que abre el panorama a otras dinámicas para ejercer o deslindarse de la paternidad (Salguero, 2007). Además, suelen recibir menos juicios sociales si no se involucran en la crianza y en el cuidado de sus infancias. Para ejemplificar, la organización Mothers in Science (2024) realizó un reporte a partir de un cuestionario de mujeres madres en STEAM (ciencias, tecnologías, ingenierías, artes y matemáticas), dentro de las preguntas se cuestionó a hombres y mujeres si su labor había sido puesta en duda por condición de maternidad o paternidad, el resultado fue que a las mujeres se les juzga hasta tres veces más que a los hombres su capacidad académica y científica cuando tienen hijas o hijos. Esta puede ser una de las razones por las que deciden postergar, no ser madres o suspender su carrera académica para dedicarse al ámbito familiar.
Ahora bien, anteriormente se había referido a la incorporación progresiva de las mujeres a niveles educativos más altos, según datos de los anuarios estadísticos de la ANUIES (2025), en todos los niveles de la educación superior (licenciatura, especialidad, maestría y doctorado), las mujeres han superado en porcentaje a los varones (Gráfico 1). Este dato es relevante si se asocia con el de las edades más frecuentes de inicio de la maternidad y paternidad, pues da cuenta de que estos eventos vitales tienen alta posibilidad de ocurrencia durante edades en las que se estudia o labora en la educación superior. En este sentido, Castañeda (2015) acuerda que, pese a que las IES no son espacios concebidos para maternar y paternar, no se puede dejar de lado que en el curso de vida las personas deciden formar familias, asumiendo las implicaciones y quizá dificultades que puedan hacer frente como los prejuicios, la limitación de tiempo o de recursos económicos, entre otros.
Gráfico 1. Porcentaje de matrícula femenina de pregrado y posgrado escolarizado
Fuente: Compilación de datos de los Anuarios Estadísticos de la ANUIES
A pesar del logro en la incorporación de las mujeres a las IES, Buquet et al. (2018) advierten que estas continúan enfrentando múltiples obstáculos entre los que destacan la invisibilización, los sesgos en procesos de contratación y promoción, así como la persistencia del sexismo, el machismo y la reproducción de discursos patriarcales. Por ello, al analizar las maternidades y paternidades en las IES es necesario ir más allá de las cifras generales. Aunque los varones también enfrentan retos, son las mujeres quienes asumen con más frecuencia las responsabilidades de crianza y cuidado, y quienes reciben un mayor juicio social por sus decisiones de vida, como estudiar o trabajar siendo madres.
Esta situación también se nota en los datos de becas nacionales de posgrado otorgadas por la Secihti. Según registros de 2018, con excepción de las especialidades, en la maestría y doctorado la mayoría de las personas beneficiarias son hombres. Este dato abre interrogantes importantes sobre cómo las mujeres enfrentan barreras en su trayectoria académica. Una de estas barreras puede estar vinculada con la disyuntiva que implica decidir ser madre durante la formación de posgrado.
En consonancia, a pesar de que las mujeres constituyen la mayoría de la matrícula en la educación superior en México, su presencia se reduce significativamente en los espacios de toma de decisiones y reconocimiento académico. Esta brecha es especialmente visible en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII, antes SNI) que otorga distinciones y estímulos económicos a personas que contribuyen al desarrollo científico y tecnológico del país. De acuerdo con datos de la SECIHTI (2018), las mujeres representan apenas 37% del total de integrantes del SNII. Esta subrepresentación se agudiza conforme se asciende en los niveles del sistema: mientras que en el nivel Candidato hay una mayor proporción de mujeres, en los niveles más altos su participación disminuye considerablemente. Esto refleja una estructura piramidal de género en la carrera científica donde las mujeres enfrentan mayores obstáculos.
Los datos presentados hasta ahora permiten establecer una referencia tanto de las diferencias en la representación de mujeres y hombres en la educación superior como de la ocurrencia de experiencias de maternidad y paternidad en ambos grupos. Tal como se expuso en el apartado metodológico, ante la ausencia de información sistemática sobre personas con hijas o hijos en las universidades, se diseñó y aplicó un cuestionario ex profeso para la investigación. Este instrumento permitió recuperar información valiosa de personas con diversos perfiles pertenecientes a distintas IES del país que ejercen la crianza de primeras infancias.
Un hallazgo es la marcada participación de mujeres en el levantamiento de datos: 89 de las 96 respuestas totales (equivalentes al 93%). Este resultado es crucial si se considera que sigue constante en la sociedad mexicana la asignación tradicional de las labores de cuidado a las mujeres y que son tareas concebidas como “naturales” o “normales”, lo que contribuye a su invisibilización, a pesar del alto valor económico y social que tienen (Lagarde, 2005).
En este sentido, es probable que se hayan obtenido más respuestas de mujeres porque el cuidado y su vínculo con el desarrollo educativo y profesional representan un tema de especial interés para ellas. Por el contrario, aunque diversas encuestas indican que los hombres se involucran cada vez más en tareas de cuidado, su participación suele limitarse a actividades indirectas o de menor demanda de tiempo y energía, como jugar con las infancias, apoyar en tareas escolares o acompañarlas a la escuela (Martínez y Rojas, 2016). De ahí que la interpretación de los resultados que se presentan a continuación debe considerar que reflejan, en gran medida, las experiencias, percepciones y condiciones de las mujeres.
Siguiendo con el perfil de las personas encuestadas, se observa que la mayor proporción corresponde al personal académico (38 respuestas), seguida de estudiantes de posgrado (25), estudiantes de licenciatura (24) y personas dedicadas a la investigación (9). Este patrón también puede asociarse a una mayor probabilidad de experiencias de maternidad o paternidad conforme avanza la edad y se consolidan trayectorias académicas o laborales dentro de las IES. En efecto, considerando que el estudio se centró en maternidades y paternidades de infancias menores de seis años, es razonable suponer que estas personas se convirtieron en madres o padres en un periodo reciente. Incluso en los casos en que se trate de segundas o terceras hijas o hijos, el intervalo desde el nacimiento del más reciente no es considerablemente amplio.
Esta hipótesis se ve reforzada al observar los datos de la Tabla 1 que presenta la edad de inicio de la maternidad y la paternidad. En ella se identifica que la mayoría de las personas encuestadas tuvieron hijas o hijos entre los 20 y los 35 años. Estos rangos etarios son consistentes con los reportados por el INEGI (2021) mencionados al inicio de este apartado, insinuando esto una relativa estabilidad en la edad de ocurrencia del primer nacimiento entre personas que han accedido a niveles educativos superiores.
Tabla 1. Edad de las personas encuestadas al nacimiento de su hija o hijo |
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Grupo etario |
Mujeres |
Hombres |
Menos de 20 |
6 |
0 |
20 a 25 |
22 |
1 |
26 a 30 |
25 |
1 |
31 a 35 |
18 |
1 |
36 a 40 |
13 |
2 |
41 a 45 |
2 |
1 |
Más de 45 |
3 |
0 |
Fuente: Elaboración propia
Sobre los estados civiles, resulta notable que el matrimonio continúa siendo la forma predominante de organización familiar entre las personas encuestadas. Así, 81,3% reportó estar casado o casada. En contraste, 12,5% (todas mujeres) se identificaron como madres autónomas, es decir, que maternan sin una pareja conyugal. Este último dato guarda una estrecha correspondencia con las cifras reportadas por el INEGI (2023), que indican que, para el año 2022, el 11% de las madres del país eran solteras. Asimismo, la información del INEGI sugiere una correlación entre el nivel educativo y la maternidad en soltería: a mayor escolaridad, mayor es el porcentaje de mujeres que ejercen la maternidad de manera autónoma. Esto podría explicarse por el hecho de que un mayor nivel educativo les brinda más posibilidades laborales o de independencia económica.
En otro dato, se obtuvo que los campos de conocimiento donde estudian o trabajan las personas encuestadas son educación, ciencias sociales y derecho, y ciencias de la salud (Gráfico 2). La sobrerrepresentación de mujeres en la muestra no es un dato menor, ya que estos campos se encuentran entre los más feminizados en el contexto nacional, según datos de la ANUIES (2025). Además, se trata de áreas tradicionalmente vinculadas con funciones de reproducción social y de cuidado, lo cual refuerza la relación entre la división sexual del trabajo académico y la persistencia de estereotipos de género en la elección y el ejercicio profesional en las IES.
Gráfico 2. Campos de conocimiento a los que pertenecen las personas encuestadas
Fuente: Elaboración propia
Con respecto a las preguntas abiertas, una de las situaciones analizadas fue la experiencia que tienen las personas con hijas e hijos en el ámbito universitario. De ahí se encontró una diversidad de vivencias con resultados muy cercanos entre quienes enmarcan su experiencia como algo positivo (29 personas) y quienes la identifican con factores negativos (31). Algunos comentarios refirieron haber recibido apoyo y flexibilidad por parte del profesorado y colegas, mientras que otras personas han enfrentado rechazo y falta de empatía, por lo que hubo testimonios de mujeres que ocultaron su maternidad durante entrevistas o procesos de selección por temor a ser discriminadas.
En general, se observa una falta de políticas y servicios institucionales que faciliten la conciliación entre estudios y maternidad o paternidad. Como ejemplo, algunas estudiantes comentaron haber recibido atenciones positivas en momentos específicos, como durante el parto o la hospitalización postnatal, pero la mayoría señala que no hubo cambios significativos en el trato; es más, hubo quienes experimentaron rechazo por parte de personas de la comunidad, quienes cuestionaban su capacidad cognitiva o les exigían más rendimiento escolar.
En lo que coinciden las experiencias es la diferencia que identifican con sus colegas sin hijas e hijos, las cuales se centran en la disposición de tiempo y de recursos. Para ejemplificar, en el caso de quienes son estudiantes sin infancias tienen más tiempo libre para dedicar a actividades académicas como estudiar, investigar o asistir a congresos. Esto les permite obtener mejores resultados y calificaciones, así como una mayor participación en clase; además de que afirmaron que sus colegas cuentan con más energía y menos estrés, lo que facilita su desempeño. Por otro lado, las madres y padres estudiantes deben lidiar con las responsabilidades familiares y los gastos asociados, lo que limita su tiempo y recursos para enfocarse en lo académico. Este resultado también lo encuentra Castañeda (2015) al analizar que los estudiantes madres y padres de licenciatura deben adelantar procesos de transición a la adultez como el cambio de residencia o el ingreso al mercado laboral, lo que les resta tiempo para dedicar a las actividades académicas y priorizar su familia.
A este respecto, los principales aspectos negativos que enfrentan las personas incluyen la falta de tiempo para el autocuidado, el ocio y otras actividades personales; la falta de apoyo institucional y de redes de apoyo sólidas que les permitan conciliar mejor sus responsabilidades académicas y familiares.
A esto se suman, de nueva cuenta, los juicios sociales a los que continuamente son sometidos tanto por no estar cien por ciento presentes en su maternidad, como por su rendimiento académico. De hecho, algunas interiorizan y asumen el problema tan suyo, diciendo haber tenido que renunciar a oportunidades académicas como congresos, y la sensación de no poder dedicarse al cien por ciento ni a los estudios, ni al trabajo académico, ni a la investigación ni a la crianza de sus hijas o hijos. Algunas participantes también mencionaron retos específicos como la lactancia materna, ya que no suelen tener asignadas horas para ello, además de que en las universidades pocas veces hay espacios apropiados para lactar.
La Tabla 2 muestra las diferencias por perfiles de los aspectos negativos de maternar o paternar infancias en las IES. La colorimetría más cálida (rojos) muestra las respuestas con mayores frecuencias entre perfiles. Así, por ejemplo, entre quienes se dedican a la investigación, un aspecto negativo es lo social, por ejemplo, acudir a congresos, tejer redes académicas, entre otros. Para el resto de los grupos, el tiempo es la causal de dificultades, aunque también destaca cómo para las y los estudiantes de licenciatura el aspecto económico es un factor determinante, no así para quienes están en posgrado, que pueden contar con el beneficio de las becas nacionales de la SECIHTI.
Tabla 2. Clasificación de los aspectos negativos de maternar o paternar en las universidades |
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Aspecto |
Investigación |
Academia |
Estudiantes licenciatura |
Estudiantes posgrado |
Total |
Social |
5 |
9 |
2 |
2 |
18 |
Institucional |
0 |
6 |
2 |
4 |
12 |
Académico |
1 |
7 |
3 |
5 |
16 |
Personal |
1 |
5 |
2 |
2 |
10 |
Económico |
1 |
2 |
4 |
0 |
7 |
Tiempo |
1 |
13 |
9 |
14 |
37 |
Ninguno |
1 |
1 |
3 |
2 |
7 |
Total |
10 |
43 |
25 |
29 |
107 |
Fuente: Elaboración propia
A pesar de las dificultades que puede involucrar ser madre o padre en las universidades, también se preguntó por aspectos positivos sobre su condición (Tabla 3). Principalmente quienes se dedican a la academia refirieron que una de las ventajas es que su trabajo les permite compaginar las responsabilidades familiares con las laborales, tales como la flexibilidad de horarios y la posibilidad de organizar el tiempo de manera más autónoma. Esto les posibilita estar más presentes en la vida de las hijas e hijos, atenderles en caso de enfermedad y participar en actividades escolares.
Para quienes son estudiantes, las respuestas se concentraron en las metas personales, por ejemplo, lograr un grado académico se percibe como un buen ejemplo para sus infancias y, en general, las maternidades y paternidades se viven como una motivación extra para superarse.
Ahora, no deja de ser relevante que 14 veces se hizo alusión a que no hay ningún aspecto positivo de maternar o paternar infancias en la universidad, lo cual puede dar cuenta de que las dificultades antes relatadas exceden a las ventajas percibidas.
Tabla 3. Clasificación de los aspectos positivos de maternar o paternar en las universidades |
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Aspecto |
Investigación |
Academia |
Estudiantes licenciatura |
Estudiantes posgrado |
Total |
Hijas/os |
2 |
3 |
3 |
5 |
13 |
Económico |
0 |
4 |
0 |
2 |
6 |
Social |
0 |
5 |
3 |
0 |
8 |
Metas |
3 |
10 |
10 |
12 |
35 |
Compaginación |
0 |
13 |
4 |
4 |
21 |
Ninguno |
4 |
1 |
4 |
5 |
14 |
Total |
9 |
36 |
24 |
28 |
97 |
Fuente: Elaboración propia
Ante este panorama, se cuestionó si las IES visibilizan o prestan atención a las necesidades de las maternidades y paternidades de primeras infancias; el resultado es concordante con los aspectos negativos antes expuestos, y es que las instituciones no brindan suficiente atención ni apoyo (Tabla 4). Algunos de los principales problemas identificados incluyen: falta de espacios adecuados como lactarios, permisos y flexibilidad limitada en horarios y entregas de trabajos, poca empatía y consideración por parte de docentes y autoridades, y carencia de programas o políticas institucionales que faciliten la conciliación entre los roles de madre y estudiante.
Aunque en algunos casos se reporta cierta flexibilidad, esta viene de la propia comunidad universitaria y no de la institución; por ejemplo, que el personal académico o administrativo esté sensibilizado y se muestre atento, o que sean las y los colegas quienes apoyen como una red de sostenimiento, escucha y acompañamiento a las madres y padres.
Las y los participantes insistieron en que las IES parecen desconocer o ignorar sus necesidades, priorizando los requisitos académicos, de evaluación, sistemas de estímulos, de progreso profesional y otros por encima de las particularidades de la comunidad universitaria con hijas e hijos. Esto también evidencia la falta de perspectiva de género y sensibilidad hacia las realidades y desafíos que enfrentan.
Tabla 4. Atención que brindan las IES a las necesidades de maternidad y paternidad de sus comunidades universitarias |
|||||
Aspecto |
Investigación |
Academia |
Estudiantes licenciatura |
Estudiantes posgrado |
Total |
Sí atienden |
0 |
6 |
6 |
1 |
13 |
En algunos aspectos |
1 |
4 |
3 |
1 |
9 |
Atienden poco |
5 |
8 |
2 |
3 |
18 |
No atienden |
3 |
17 |
12 |
19 |
51 |
Total |
9 |
35 |
23 |
24 |
91 |
Fuente: Elaboración propia
Teniendo en cuenta que la balanza se inclina a la poca atención de las necesidades de la maternidad y paternidad, con el cuestionario también se quiso precisar cómo es que logran la permanencia en los estudios, realizar sus labores académicas o de investigación teniendo a tutela a sus menores. Es así como se decidió preguntar por los apoyos que reciben, los cuales se clasificaron en tres grupos: a) los gubernamentales que provienen directamente del Estado; b) los institucionales que son iniciativas otorgadas por sus IES y, finalmente, c) apoyos que no tienen en este momento, pero que desearían para facilitarles la corresponsabilidad académica y familiar.
Sobre el apoyo gubernamental recibido, fue más frecuente la respuesta de que no cuentan con ninguno (Tabla 5). Solo las personas inscritas en los posgrados y quienes se dedican a la investigación hicieron hincapié en el beneficio económico. No olvidar que los primeros suelen recibir las becas de posgrado de la Secihti, inclusive algunos indicaron haber obtenido una beca complementaria por maternidad o paternidad dada por la misma instancia. Para la investigación está el estímulo económico que obtienen del SNII.
Ahora bien, en específico, quienes estudian la licenciatura, notaron cómo las becas suelen ser excluyentes de las maternidades y paternidades. Por ejemplo, en los requisitos se les solicita ser estudiantes regulares cuando, por condiciones de embarazo, parto, puerperio o las demandas de los recién nacidos, especialmente las mujeres, se ven obligadas a suspender su educación. Fue por lo que en algunos casos argumentaron que les negaron becas o que no lograron acceder a convocatorias de apoyo.
Sobre los apoyos institucionales fue reiterado que pocas veces las universidades e IES identifican las necesidades de su población que materna o paterna. Solo se mencionaron algunos que se ofrecen de manera limitada, como la licencia de lactancia o servicios de estancias infantiles; o que no son específicos para la maternidad o paternidad, como la flexibilidad de horarios, becas estudiantiles o económicas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos apoyos fueron insuficientes o no cubrieron las necesidades reales de las maternidades, paternidades o sus infancias. Expresaron que el apoyo recibido fue más bien una "concesión" o "favor" por parte de las instituciones, en lugar de un derecho o política establecida.
En cuanto a los apoyos deseados, estos fueron muy concretos para los perfiles de las y los participantes. En la Tabla 5 se puede apreciar que el personal académico y de investigación se inclina más por las licencias y permisos, ello se debe a que la demanda de producción científica está latente por los estímulos que reciben, sobre todo las mujeres se sienten rezagadas en este aspecto por la maternidad, ya que no suele haber concesiones ni ajustes para quienes reciben un hijo o una hija durante estos procesos.
En los estudiantes, su condición les hace tener mayores dificultades económicas, e incluso para quienes reciben becas, el apoyo no es suficiente para los gastos que conlleva una familia. También se mencionó la necesidad de empatía y comprensión por parte de las instituciones hacia la situación particular de estos estudiantes, lo cual se refiere a que el trato de colegas o de la comunidad no suele ser asertivo, se les desprestigia por su decisión de formar familia.
Tabla 5. Apoyos que reciben o esperarían recibir las personas encuestadas |
|||||
Aspecto |
Investigación |
Academia |
Estudiantes licenciatura |
Estudiantes posgrado |
Total |
Apoyo gubernamental |
|||||
Becas o económico |
0 |
5 |
2 |
8 |
15 |
Licencia o permiso |
0 |
2 |
0 |
1 |
3 |
Servicio médico |
0 |
1 |
0 |
0 |
1 |
Ninguno |
9 |
27 |
21 |
15 |
72 |
Apoyo institucional |
|||||
Becas o económico |
1 |
5 |
4 |
1 |
11 |
Licencia o permiso |
2 |
5 |
2 |
3 |
12 |
Estancia infantil |
0 |
4 |
0 |
0 |
4 |
Ninguno |
6 |
21 |
17 |
20 |
64 |
Apoyos deseados |
|||||
Becas o económicos |
2 |
9 |
19 |
10 |
40 |
Licencia o permiso |
5 |
16 |
2 |
3 |
26 |
Estancia infantil |
4 |
12 |
4 |
12 |
32 |
Lactarios |
0 |
1 |
0 |
2 |
3 |
Empatía |
1 |
6 |
2 |
3 |
12 |
Fuente: Elaboración propia
Ahora bien, si las necesidades de las maternidades y paternidades no son consideradas por las IES, ¿cómo se las arreglan? Para esta pregunta se recuperaron las estrategias más comunes que las participantes utilizaron que incluyen: buscar redes de apoyo, como la ayuda de familiares, amigos o contratando servicios de cuidado; organizar y priorizar sus actividades, estableciendo horarios y rutinas; aprovechar los momentos de descanso de sus hijas e hijos para dedicarse a sus estudios; y en algunos casos, tener que renunciar a actividades académicas o reducir horas de sueño y esparcimiento.
Con sus respuestas se puede apreciar que son ellas y ellos quienes deben organizarse para ajustarse a la institución y que esto no ocurre en viceversa; es decir, en las IES no hay preocupación por conocer, atender e integrar a personas con hijas e hijos. Como indicaron algunas personas encuestadas, pareciera que las IES aún tienen un largo camino por recorrer para ser incluyentes, dejar de reproducir patrones sesgados de género y reconocer las diferencias que diversifican el abanico de quienes transitan, conviven y forman sus instituciones.
4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Este artículo ha sido un botón de muestra sobre las condiciones en que en las IES se ejerce la maternidad y la paternidad de primeras infancias. Se ha evidenciado la relevancia del tema por diversas razones. En primer lugar, porque el nacimiento de un hijo o hija constituye un evento vital que transforma las dinámicas cotidianas y el uso del tiempo. En segundo lugar, porque, si bien es posible que miembros de las comunidades universitarias enfrenten esta etapa de la vida, las IES han tendido a invisibilizar dicha condición. Esta omisión se manifiesta con claridad a través de requisitos, condiciones y prácticas institucionales que limitan el desarrollo académico o profesional de quienes asumen roles parentales. En tercer lugar, porque se trata de una problemática que afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Así lo muestra la composición de la muestra analizada, donde la mayoría de las personas encuestadas fueron mujeres que enfrentan mayores penalizaciones por su maternidad, como los prejuicios sobre su desempeño intelectual o la exigencia de dedicación exclusiva a las infancias.
A partir de estos hallazgos se perfilan una serie de conclusiones que orientan hacia futuras líneas de investigación en torno a las maternidades y paternidades en las universidades, a su vez que se proponen aportes para la consideración de acciones institucionales más inclusivas.
En primer lugar, se hace un llamado a las IES para que reconozcan las características y necesidades de las personas que maternan y paternan en sus comunidades. Esto implica generar diagnósticos más precisos mediante levantamiento de datos, abrir espacios de participación y diálogo, mejorar las condiciones de infraestructura y convivencia para las infancias y sus cuidadores, así como reorientar los apoyos existentes para hacerlos más eficientes. Esta es una iniciativa que ha funcionado en el caso chileno, en donde se logró crear la Política de corresponsabilidad social en la conciliación de las responsabilidades familiares y de las actividades universitarias, que ha permitido integrar a la comunidad institucional en estas prácticas (Universidad de Chile, 2017)
En segundo lugar, la experiencia de quienes ejercen la maternidad o paternidad en la universidad no es homogénea. Existen claras desventajas para el estudiantado en comparación con el personal académico o de investigación, particularmente en el acceso a servicios de cuidado infantil o apoyos institucionales. Esto lleva a cuestionarse si, de manera explícita o implícita, las IES están generando filtros que desincentivan o limitan el ingreso y permanencia de madres y padres estudiantes.
Asimismo, se reitera que son las mujeres quienes enfrentan con mayor severidad las desigualdades de género, tanto en el ejercicio de su maternidad como en el desarrollo de sus trayectorias académicas. Parte de la exposición previa muestra cómo estas desigualdades se reflejan en los sistemas de evaluación y reconocimiento, en los cuales las mujeres deben debatir entre continuar su proyecto de maternidad o avanzar en su carrera académica.
Aunque algunas IES ya han implementado apoyos dirigidos a quienes ejercen la maternidad o paternidad, estos recursos tienen limitaciones en términos de cobertura y eficacia. Hace falta repensar estos apoyos para que respondan a las realidades de estudiantes, personal académico y de investigación, especialmente en el caso de los primeros, quienes —como se ha indicado— actualmente son los más excluidos de estos beneficios.
Finalmente, se identifica que los espacios universitarios, si bien no fueron diseñados con un enfoque de cuidados, han contribuido al debate sobre las maternidades y paternidades. Asimismo, a pesar de las limitaciones institucionales, las IES ofrecen un entorno más flexible para el ejercicio de la maternidad y paternidad en comparación con otros espacios, como el laboral, donde las infancias y sus tutores enfrentan mayores restricciones. Esto posiciona a las universidades como entornos que pueden ser potencialmente transformadores en aras de mejorar las condiciones de vida de madres, padres e infancias que conviven en los espacios de educación superior.
AGRADECIMIENTOS
Agradecimiento a la Organización Internacional que permitió el desarrollo de la Radiografía de las maternidades y paternidades en las Instituciones de Educación Superior: Primera Infancia.
REFERENCIAS
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Cómo citar (APA):
Arvizu, V. (2025). Parentalidades y cuidados de primeras infancias en universidades mexicanas. Revista Educación Superior y Sociedad (ESS), 37(1), 60-76. DOI: 10.54674/ess.v37i1.1039